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En los últimos 20 años se han producido aumentos drásticos en las tasas de suicidio en Estados Unidos y otros países del mundo (Curtin et al., 2016; Lee et al., 2018; Martini et al., 2019). Estas tendencias se han identificado como una crisis de salud pública que necesita urgentemente nuevas soluciones (Oficina del Cirujano General y Alianza de Acción Nacional para la Prevención del Suicidio, 2012) y han impulsado importantes esfuerzos de investigación para mejorar nuestra comprensión del suicidio (Joiner, 2005; Klonsky y May, 2015; O’Connor y Kirtley, 2018) y las estrategias para prevenirlo (Wyman et al., 2010; Wasserman et al., 2015). Desafortunadamente, a pesar de hacer contribuciones significativas a la fundación de la suicidología -a través del clásico Suicidio de Emile Durkheim (1897/1951)- el papel de la sociología ha sido menos prominente en los esfuerzos contemporáneos para abordar estas trágicas tendencias, aunque como mostraremos, las teorías sociológicas ofrecen una gran promesa para avanzar en nuestra comprensión del suicidio y mejorar la eficacia de la prevención del suicidio.
Aquí revisamos las teorías sociológicas del suicidio con el objetivo explícito de tender puentes. Comenzamos donde todos los sociólogos deben hacerlo: con Durkheim. Sin embargo, ofrecemos una comprensión más completa de las ideas de Durkheim sobre el suicidio que las revisiones anteriores proporcionadas por los no sociólogos (Joiner, 2005). Esto es fundamental. Gran parte de los matices y la riqueza de las ideas de Durkheim se han perdido en la suicidología moderna y, sin embargo, Durkheim es fundamental para entender las teorías sociológicas del suicidio, así como para comprender el potencial de la sociología para la suicidología. También discutimos las limitaciones del enfoque durkheimiano y cómo los esfuerzos más recientes no sólo han abordado esas preocupaciones, sino que lo han hecho aportando el conjunto de herramientas teóricas y empíricas más amplio de la sociología al suicidio. Estas ideas se basan en gran medida en las teorías de las redes sociales, la sociología cultural, la sociología de las emociones y la psicología social sociológica. Concluimos estableciendo puentes explícitos entre las teorías sociológicas y psicológicas del suicidio y señalando importantes limitaciones en el conocimiento sobre el suicidio -en particular en lo que respecta al papel de las organizaciones, la desigualdad y la interseccionalidad- que los estudiosos de la sociología están especialmente preparados para abordar.
Raíces islandesas
“De cara al futuro, es importante desarrollar variedades de plantas con mayor resistencia para hacer frente a los resultados de nuestro mundo cambiante, especialmente en la costa”, explica la fundadora de Social Roots, Sarah Ross. “Son variedades a prueba de balas que pueden cultivarse prácticamente en cualquier lugar”.
Además, un elemento importante de la agricultura sostenible es la reducción de las emisiones de combustibles fósiles necesarias para transportar las hortalizas por todo el país. La producción local, con tiempos de tránsito reducidos, valora las variedades autóctonas con sabor seleccionadas por encima de las criadas para una piel dura y una mayor durabilidad en tránsito.
Las variedades de hortalizas autóctonas también pueden prolongar la temporada de cultivo, lo que permite cultivar quimbombó, calabaza, tomates, pimientos, berza y otros cultivos durante períodos mucho más largos gracias a la selección de plantas dentro de la biodiversidad natural.
“Espero que los chefs elaboren sus propios platos con una amplia variedad de verduras autóctonas”, dice Sarah. “Tanto los locales como los visitantes quieren experimentar alimentos cultivados localmente y con importancia histórica”.
Las raíces de la ayuda, el compartir y el cuidado
“La familia: Como las ramas de un árbol, todos crecemos en diferentes direcciones, pero nuestras raíces permanecen como una sola”. – UnknownFamilies United es un grupo de apoyo para personas/familias que han sido impactadas por sistemas como el Departamento de Niños y Familias (DCF) y que quieren contribuir a cambios sistémicos e institucionales. Este grupo es gratuito y está abierto a padres, padres de acogida, niños, hermanos, abuelos, etc. y a aliados fuertes que hayan sido afectados por el DCF y quieran apoyar nuestros esfuerzos. Los miembros compartirán experiencias, establecerán relaciones, discutirán recursos y se organizarán para influir en el cambio del DCF, el derecho de familia y otros sistemas legislativos.
Alice Merton – No Roots Live
1. El título que se da aquí1 hace una afirmación: a saber, que la familia es o debe ser concebida como la “raíz” o el “fundamento” de la sociedad y la justicia. Al hacerlo, evoca la enseñanza de la Familiaris consortio, según la cual “la familia es ‘la primera y vital célula de la sociedad'” (FC, 42).2 Lejos de ser una referencia oscura, esta enseñanza de la Exhortación Apostólica de 1981 encuentra eco en otras numerosas referencias del magisterio de la Iglesia a la idea de que la sociedad está, en cierto modo, enraizada en la familia.3 El título también hace referencia al cuarto mandamiento: “Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que el Señor, tu Dios, te da” (Ex 20,12). Por supuesto, esta referencia nos remite a la cuestión del lugar que ocupa el “honor” en la familia y, por tanto, su papel en el establecimiento de la raíz o fundamento de la sociedad y la justicia.
Supongo que la mayoría de la gente estaría casi instintivamente de acuerdo con la afirmación general de que la sociedad tiene sus raíces en la familia. Sin embargo, lo que significa esta afirmación puede entrañar una mayor dificultad. Dejando de lado por un momento la referencia a la justicia, la afirmación de que la familia es el fundamento de la sociedad podría indicar únicamente que la unidad procreativa de la pareja hombre-mujer es necesaria para la perpetuación de la raza humana, y por tanto de la sociedad en general, de generación en generación. A primera vista, este simple significado parecería tan obvio como para ser casi inútil como una gran declaración o enseñanza de la Iglesia. Sin embargo, hay una serie de desafíos que parecen poner en duda incluso este significado tan obvio. Estos desafíos van desde la desestabilización social y cultural del matrimonio y la familia hasta el advenimiento de las biotecnologías, que evitarían por completo su necesidad.