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Este trabajo explora cuestiones relacionadas con la fiebre amarilla y el destino político de Cuba a finales del siglo XIX. Un dispositivo terapéutico olvidado para tratar la enfermedad inventado en ese período, la “cámara polar”, proporciona un punto de vista útil para reconstruir la tradición de la investigación española sobre la fiebre amarilla en Cuba, un tema ampliamente descuidado por la historiografía médica. La historia fallida de este aparato también puede iluminar la compleja lucha por la hegemonía científica entre instituciones e investigadores españoles, cubanos y estadounidenses. Finalmente, nos centramos en la política de la cámara polar analizando cómo este invento pretendía dar una solución particular a la compleja y triple lucha por el futuro político de Cuba.
[García] ponía una mesa sobre la cama del paciente, llenaba los cajones con hielo y sal y cerraba con sábanas el espacio entre la mesa y la cama, dejando al paciente dentro de ese raro artefacto, frío, oscuro y húmedo, con agua derretida cayendo por todos lados que hacía que la vivienda pareciera un departamento del infierno de Dante (González, 1895GONZÁLEZ, José. Los fundamentos de la Cámara Polar. La Terra Galega, n.84, p.4-5. 1895., p.5).
Efectos del comunismo en Cuba
Las relaciones Cuba-España se refieren a las relaciones bilaterales entre la República de Cuba y el Reino de España. Las relaciones se remontan a más de cinco siglos. Cuba fue una colonia desde 1492 hasta 1898, cuando Estados Unidos se apoderó del territorio en la Guerra Hispanoamericana. Muchos cubanos tienen ancestros que se remontan a España. Muchos españoles escaparon de la primera Guerra Civil española[aclaración necesaria] y se fueron a Cuba, y a otros países, alrededor de 1820-1825.
El primer contacto entre España y la isla de Cuba fue en octubre de 1492, cuando el explorador Cristóbal Colón llegó a Cuba. El primer asentamiento español permanente en la isla comenzó en 1511, cuando el conquistador español Diego Velázquez de Cuéllar estableció un asentamiento en Baracoa[1]. Cuba se convertiría en el punto de lanzamiento de otras exploraciones españolas en el continente americano. En 1521, Cuba pasó a formar parte del Imperio español y fue gobernada desde el Virreinato de Nueva España con sede en Ciudad de México[2].
Durante la administración española de Cuba, la isla se convirtió en un importante productor de caña de azúcar y, para satisfacer la demanda mundial, España comenzó a importar esclavos de África para trabajar en Cuba[1], lo que hizo que la economía de Cuba fuera muy volátil a los precios mundiales, ya que su economía dependía de un solo cultivo[2].
Sistema económico de Cuba
Cuando Fidel Castro llegó al poder en 1959, los cubanos de ambos lados de la diferencia política cometieron un costoso error estratégico. Permitimos que nuestra lucha interna se convirtiera en un balón de fútbol en el juego de la Guerra Fría. Castro se puso del lado de la Unión Soviética, en un momento en que una guerra nuclear podía destruirlo todo. La oposición cubana se puso del lado de Estados Unidos, que pretendía impedir el establecimiento de un punto de apoyo soviético, a 90 millas de sus costas. Los cubanos nunca hemos aprendido aquel viejo refrán americano: “la política termina en la orilla del agua”. Tampoco hemos aprendido de la lección mexicana de Maximiliano y la intervención francesa de la década de 1860, cuando los conservadores, tras perder la guerra civil contra Juárez y los liberales, solicitaron su ayuda.
En el caso de Cuba, Estados Unidos lanzó su embargo económico, que Castro utilizó hábilmente para aglutinar al país a su alrededor frente a un enemigo extranjero, así como para jugar al pequeño David, ambas estrategias muy antiguas para tal situación. Y la oposición cubana se distanció de América Latina y el Caribe español, porque la región apoyaba a Fidel Castro y a su gobierno por razones prácticas, políticas, económicas, estratégicas y demagógicas. Este fue otro costoso error de cálculo, que alejó a la oposición cubana de su medio natural latinoamericano. No supimos entender las verdaderas causas de su comportamiento, y no supimos afinar una respuesta adecuada.
Gobierno cubano
Los viajeros deberán presentar su solicitud de entrevista para el visado desde el nuevo enlace disponible en el sitio web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, indicando además que “no se aceptarán solicitudes de cita por ningún otro medio que no sea el sistema electrónico.”
El Consulado de España en Cuba también aclaró que “quienes tengan un visado NO UTILIZADO y caducado del 15 de marzo al 1 de noviembre podrán renovarlo gratuitamente SIN CITA en la calle Zulueta en cualquier día hábil. Deben acudir personalmente y con su pasaporte de 08.00 a 09.00 horas”.